Tras la noche de Samhain, una de las principales festividades Celtas, se inicia un nuevo ciclo, la energía terrestre se interioriza cada vez más hasta llegar a su máximo punto de concentración, un viaje al interior de uno mismo, que gusta de hacerlo bien acompañado, como en La Marygalante. Que disfrutéis esta nueva etapa al máximo!!
CAPÍTULO 12
LA HERMANDAD CORSARIA
Larimar
O'Brian y Kuncita Lay-Malone eran los miembros decimocuarta y decimoquinto de
la Hermandad Corsaria Worferl. Esta Hermandad tenía jurisdicción en los
sistemas Kaido, Llaos Iloes, Gudell y Ceca y también la parte deshabitada de la
galaxia. La galaxia Cumray tiene una forma elíptica muy pronunciada y, por la
ausencia de grandes estrellas, los bordes más alejados son inhabitables por la
falta de luz y calor. Kaido y Llaos Iloes son los que tienen mayor número de
planetas y asteroides habitados, y movimiento de emigrantes. El sistema Gudell
acoge muchos planetas transicionales; planetas en los que probar nuevas formas
de vida y buscar tu finalidad en la vida. El más popular es Catedral, un
planeta universitario que recoge todas las disciplinas de las galaxias Cumray,
Andrómeda y Vía Láctea. El sistema Ceca, es el que agrupaba la parte más
estéril de la galaxia. El núcleo de Ceca es el planeta Mastrara y lindando con
el borde exterior, el bloqueado planeta Hobrén.
La
Hermandad Corsaria Worferl contaba con siglos de tradición. Sus componentes
nunca superaban el número veintiuno y su principal misión era ayudarse unos a
otros a perpetuar las tradiciones corsarias. La principal era velar por el
libre comercio entre planetas. Como corsarios estaban sometidos a un
presidente, dictador o rey según el modelo político del país o planeta al que
servían. Originariamente fue creada para mantener a raya el absolutismo de la
Marina Mercante, tanto la naval como la estelar. Con el paso del tiempo las
reglas y normas habían cambiado, pero en esencia seguían fieles a la razón de
su origen, aunque la metodología se había vuelto algo dudosa con el paso del
tiempo y los diferentes integrantes.
La
misiva a La Marygalante contenía el
acta de la última reunión ordinaria de la hermandad. Y el requerimiento para la
reunión extraordinaria que tendría lugar en la isla de Allariz, isla en aguas
neutrales muy próxima al puerto náutico de An-Dro. Al ser un requerimiento
lacrado tenían que asistir, ya que de no hacerlo se les podría expulsar.
Larimar
leyó muy atentamente el acta, y a medida que terminaba un folio se lo pasaba a
Kuncita. El segundo la miró bastante por encima. La parte burocrática no lo
entusiasmaba en exceso, si él se había enrolado en la hermandad era por la sed
de aventuras, y por no dejar a Larimar sin aliado masculino, en una hermandad
que sólo contaba con cuatro mujeres. Cuando la capitana le pasó el último folio
ni se molestó en fingir leerlo, simplemente miró a Larimar.
-
¿Y bien?
-
Pues vamos a tener que dejar a la tripulación a cargo de La Mary y salir de inmediato, la cita es para esta madrugada.
-
¿No sería mejor desembarcar a la tripulación?
-
No nos lo permiten, hemos llegado en plena cuarentena, sin avisar.
-
Curioso, no podemos entrar a puerto porque llegamos sin avisar, pero nos envían
la misiva justo al llegar al inicio de la bocana.
-
No hemos avisado a Comandancia, pero Madame Leire recibió la confirmación de
asistencia al baile.
-
Me cuesta imaginar que lo haya anunciado, ya sabes lo que le gusta sorprender a
sus invitados y si ella lo informó ¿por qué no nos dejan atracar?
-
Tampoco hay amarre. El puerto está cerrado hasta que salgan tres
transportadores factoría, será dentro de dos días. Nos permiten quedar al pairo
a un cuarto de milla al oeste de la bocana.
-
Pues entonces no hay mucho que hacer. Voy por la bandera corsa y a informar de
que nos vamos.
-
Yo procuraré tener a punto el esquife.
La
isla de Allariz tenía una escarpadísima montaña en el sur y el resto estaba
cubierta de frondosos bosques de castaño albo. Tanto la fauna como la flora de
la isla estaban consideradas de las más tóxicas del planeta. Era, por tanto, el
lugar ideal para una reunión secreta, de una hermandad al filo de la ley.
En
el puerto natural de la isla hallaron diez esquifes y un velero. Kuncita se
extrañó de no hallar ningún transporte de la sección femenina de la asociación.
Había intentado en un par de ocasiones intimar con alguna de ellas, pero las
corsarias solían tener las ideas muy claras y un sentido de la propiedad
bastante exclusivo. Dejaron la barca varada en la arena, junto a la del miembro
número ocho, el capitán Nass Stogmen. La tienda de reunión estaba alzada a
pocos metros de la orilla y pese a ser de grandes dimensiones, no quedaba muy a
la vista, porque la tela estaba recubierta de brea luminiscente y quedaba
asombrosamente mimetizada con el entorno, así que la vieron cuando
prácticamente la tenían ante las narices.
Una
rápida mirada les confirmó que ninguna de las otras mujeres había llegado aún.
Devog Maguw había crecido un poco desde la última reunión, era el miembro más
joven de la hermandad. Idger Meg era el actual hermano mayor, a Larimar no le
había dado buena espina desde el primer día que lo vio y aunque no se opuso a
su candidatura, ya que ella solía votar en blanco a no ser que tuviera una
convicción muy fuerte, seguía teniendo sus reservas. Kuncita no había tenido
ninguna corazonada al respecto cuando ella le preguntó, pero solía pasar que
las corazonadas del segundo venían espontáneamente y cuando se le preguntaba
por algo concreto no daban respuesta.
Nass
les vino a saludar en cuanto los vio. Larimar lo conocía de bastantes años y
aunque era diez años menor que ella siempre se habían llevado bien e incluso
habían hecho tratos juntos. También la había ayudado a ocultarse cuando se
escapó de Barat-Dum. Era, también, muy amigo de Pipe Guldin y Meg-Gosill las otras
corsarias de la hermandad. A la que menos conocían, por haber ingresado hacía
poco, era a Jadoth Troloro, una corsaria muy vivaz y con ganas de comerse el
mundo.
Larimar
apreciaba a sus compañeros, aunque tenía sus reservas para con algunos, con el
resto siempre estaba dispuesta a colaborar y con unos pocos hasta dar vida de
ser necesario, Kuncita y Nass eran de estos.
Un
detalle a tener en cuenta era que el número otorgado a los componentes era
heredado del miembro que iniciaba al aspirante. Lo compartían hasta la muerte
del antecesor. Larimar había sido iniciada por Stewart Granger, fue quien le
dio el nombre de Bruja Nola, un íntimo amigo de su madre, con los pensamientos
muy claros y que ella consideraba el hombre más aventurero y distinguido de
cuantos había conocido hasta el momento. Ella estaba convencida de que si
Kuncita hubiera copiado su porte, su número de novias sería el triple del
actual.
Kuncita
había heredado el número ni más ni menos que de Celeste Heredia, una de las
corsarias más famosas de su tiempo; su nave la Dama de Plata había sembrado el terror entre los traficantes de
esclavos durante décadas, fue el motivo de mayor peso para declarar la abolición
de la esclavitud. Pero tras su muerte se había vuelto a admitir en algunos
países. Su hija, Solange, no había querido continuar el trabajo de su madre,
por eso se decidió a iniciar a Kuncita, que le pareció un muchacho de recursos.
Lo descubrió trepando el muro de su villa, de noche, buscando desesperado la
ventana de Solange; era de las dos únicas mujeres que podía presumir de haber
enamorado perdidamente a Kuncita Lay-Malone y, le había dejado claro que ella no estaba a su
alcance. Celeste amadrinó al joven atrapa-corazones, rebautizándolo como Maese
Casanova, que le alegró los últimos días de su vida con su buen carácter, su
destreza bailando y los líos que se organizaron por la villa entre las féminas
y algunos de los muchachos.
Tras
media hora de espera llegaron las otras tres hermanas. Meg-Gisell tan elegante
como de costumbre y Pipe tan despreocupada, de inmediato entablaron
conversación con Nass. Cuando Jadoth, con aquella sonrisa tan radiante, vino a
saludarles, Kuncita aprovechó para llevársela a parte. No había tenido ocasión
con anterioridad de charlar con ella a solas.
Larimar suspiró para sus adentros, ciertamente Lay seguía
sorprendiéndola en este punto y al verlo flirtear con la joven y bella corsaria
se preguntó, por primera vez, cómo era que aún no le había propuesto nada a
Miss Egane, que también era muy guapa y excelente timonel, el Sr. Refrany no se
había equivocado con ella y eso que Larimar se sorprendió cuando Roc la eligió
a ella, de entre 15 aspirantes masculinos, sin experiencia y recién licenciada
de la escuela naval.
La
llegada de Mocheil Indi alejó a la capitana de sus pensamientos, era el miembro
de más edad de la hermandad y Larimar casi lo idolatraba tanto como a su padre.
De inmediato se pusieron a charlar.
Esperaron
casi una hora de más, hasta que quedó claro que no se presentaría ningún otro
miembro. Faltaban dos, Deno Pulu y Semail Puns. Deno provenía de Ñacoru, el
norte del planeta Ciagali, y Semail de Lenciava al este de Komo.
Una
extraña sensación de inseguridad flotaba en el ambiente y Larimar añoró los
días en que las reuniones de la hermandad tenían aquella atmósfera de
complicidad y compañerismo. Ahora le parecían demasiado formales y con muchos
intereses ocultos.
El
Hermano Mayor ocupó su lugar en el círculo y haciendo sonar una campanilla
indicó el inicio de la sesión. El resto de miembros guardó silencio y se
sentaron en su sitio del círculo.
-
Hermanas y hermanos, el concilio ha decidido convocar esta reunión
extraordinaria a raíz de un suceso que ha de ponernos alerta. La ausencia de
Deno y Semail me hace pensar en lo peor, ya que dudo que decidan quedar
expulsados de la hermandad. De momento, el concilio piensa en otorgarles un
aplazo de la expulsión debido a que ha sido imposible contactar con ellos por
los medios habituales de la hermandad. Hermana Nola - la capitana se levantó al
oír su nombre- El concilio os pide que utilicéis vuestro especial radar para
conocer la ubicación de las naves de ambos miembros.
-
Lo haré en cuanto vuelva a mi nave.
-
¿No habéis venido con ella?
-
No, al no poder atracar en An-Dro he tenido que dejarla al pairo y con la
tripulación al completo.
-
Bien, entonces tendremos que dejar el asunto para cuando os encontréis en ella
-Larimar asintió con la cabeza- no me extenderé. Nos persiguen. Nuestro enlace
en la Comandancia General Naval Intergaláctica nos ha avisado de que están
decididos a erradicar nuestra hermandad, aunque no hemos averiguado aún con qué
medios cuentan - Kuncita levantó la mano para pedir la palabra-hermano Casanova
tiene la palabra.
-
Poco después de zarpar de Emmerald fuimos atacados por un barco de propiedad,
casco negro y velas amarillas. Hicieron caso omiso de la bandera corsa e
incluso a la salva de advertencia -Jadoth pidió la palabra de inmediato-.
-
A mí me estuvo persiguiendo durante medio día ese mismo barco. Casco y palos
negros y velas amarillas, me costó darle esquinazo y porque estaba cerca de la
isla Cye.
-
Es por esto hermanos y hermanas, que queremos averiguar el paradero de nuestros
hermanos ausentes. Y, proponer un nuevo sistema de comunicación para la
hermandad. A partir de ahora utilizaremos un localizador de posición que estará
vinculado a la sede de An-Dro -el hermano Mocheil Indi pidió la palabra.
-Eso
me parece una medida muy drástica y en esencia en directa oposición al espíritu
de nuestra hermandad. Somos corsarios libres, únicamente rendimos cuentas al
país que nos acoge y paga. Mantener un control de ese tipo me parece más
peligroso que la situación actual.
-
Hermano Indi, comprendo que su edad le haga reticente a las nuevas tecnologías,
pero ya le he dicho que es totalmente seguro y, pienso que ante una amenaza
declarada hemos de adoptar todas las medidas de seguridad posibles. Lo
someteremos a votación. Que levanten la mano los que estéis a favor -de los
dieciocho asistentes catorce levantaron la mano- Votos en contra - las manos de
Indi, Larimar y Kuncita se alzaron- Voto en blanco - ninguna mano se alzó- abstención-
Stogman alzó su mano- Motivo de la abstención hermano Stogman.
-No
se ha hablado de qué tipo de sistema se trata.
-
Placas de Coltán Hg en las naves. Su radiación sólo puede ser detectada por la
placa nodriza, que estará en An-Dro.
-
Entonces pido una nueva votación para poder trocar mi voto.
-
¿Alguien se opone a una nueva votación? -Ante el silencio general el hombre
prosiguió- Votos a favor - diecinueve manos se alzaron- En contra - de nuevo se
alzaron las mismas tres manos que en la votación anterior- Voto en blanco -
nadie- abstención- de nuevo ninguna mano se alzó- queda aprobada la medida de
seguridad extraordinaria para la Hermandad Wolferl, la adquisición de su equipo
se efectuará en An-Dro, durante la conferencia de Nuevas Tecnologías de Radar
que tendrá lugar en el Palacio de Comandancia sala 3 el día 10/10. Primera
conferencia de la mañana. Para entonces esperamos saber con exactitud el
paradero de los hermanos Semail y Deno. ¿Alguien desea hablar? -ninguna mano se
alzó- Se alza la sesión, gracias por vuestra asistencia y estad atentos a la
nueva convocatoria extraordinaria.
El
gran círculo se deshizo y se formaron diversos corrillos, que poco a poco
fueron abandonando la tienda para volver al puerto. Larimar acompañó a Mocheil
hasta su velero Argo, subió con él y
le aceptó una copa de limonada. La tortuga Casiopea
la vino a saludar. Larimar la puso sobre sus rodillas y le rascó la cabeza.
-
Larimar, vigila lo que dices, sobre todo con Idger, lo conozco algo más que tú
y hay que tener cuidado, es muy ambicioso.
-
Tranquilo, que ya sabes que procuro ser prudente.
-
Te conozco pequeña, eres demasiado inocente a veces, hay muchas personas por
estos mundos que no se parecen en nada a tu padre, ni a ti.
-
Ni a mi madre.
-
¡Oh! Laria Biendonado, que hermosa mujer y que voz tan especial. ¿Te he dicho
que me hizo llorar con su voz más de tres y cuatro veces?
-
Sí, siempre me lo recuerdas y yo lo he presenciado, en el concierto de Ukonewe.
-
Hace mucho de aquello, eras muy niña entonces e igual de inocente, fue cuando
conociste a tu padre. ¡Lo que hemos navegado desde entonces! ¿Qué tal se
encuentra Ragismund?
-
Estupendamente, espero, hace casi tres años que no nos vemos en persona y unas
cuantas semanas que no nos escribimos, desde que acepté el encargo de
Comandancia no he tenido mucho tiempo libre, ni la serenidad para hacerlo.
-
Así que estás decidida, vas a Hobrén.
-
Sí.
-
Podría dejarte en la bancarrota.
-
Sí, pero si sólo me moviera el interés económico seguiría en la Marina
Mercante.
-
Hablas así porque tienes a La Marygalante,
si puedo me acercaré a verla cuando estés en el puerto.
-
Le alegrará verte y a Casiopea.
-
¿Qué tal están tus animales? Tenías un perro pequeñajo y peludo, y un caballo
del refugio de Leonor ¿No?
-
No exactamente, sigo teniendo un poco del Sr.
Dandy, y al Sr. Eivioc, del
refugio de Leonor amadrino a Velvet y
a Larita, pero hace mucho que no he
podido ir a ninguno de los refugios, demasiado ocupada navegando aquí y allá.
- La
vida pasa Larimar y sólo tenemos los buenos momentos que vivimos, diviértete
más, recuerda la enseñanza de las flores horarias y reunir una buena cantidad
de infinitos.
-
Por su puesto Sr. Indi, y le informo de que estaremos en el Baile del Farol, si
viene ya le pido que me reserve un baile.
-
Ja, ja, ja, ja, ja no sé si estoy ya para bailes, bueno un vals cortito.
-
Estupendo, pues de momento le dejo, quiero regresar antes del alba y con Lay a
ser posible. ¿Qué me dices Casiopea,
vuelvo sola o acompañada? - en el caparazón de la tortuga apareció un frase
"acompañada si te das prisa"- Gracias Casiopea, me voy que creo que
el Sr. Lay está a punto de volver al 43 de sus novias.
-
¡Bendito hombre! 43, cuando se jubile que escriba sus secretos, se hará más que
rico.
-
Buenas noches, nos vemos en el Baile. Gracias Casiopea.
Larimar
bajó del velero y apresuró el paso a su esquife. La mayoría habían partido y
Kuncita seguía hablando con Jadoth. Por la sonrisa de la corsaria y la
distancia, cada vez más corta de sus cuerpos, Larimar supo que su segundo
estaba ganando terreno. La tortuga tenía razón, si no se apresuraba volvía sola
al barco. Para no parecer excesivamente grosera se puso a tararear bastante
alto el himno de la Hermandad Worferl, que ya casi nunca escuchaban, y fue
directa a la pareja.
-
Maese Casanova, es mejor que partamos sin demorarnos mucho más. Jadoth, ha sido
un placer volver a verte. ¿Partes de inmediato o vas a quedarte en An-Dro?
-
Lo voy a tener que pensar, tengo asuntos pendientes, aunque nada urgente. Me ha
cogido por sorpresa que tengamos que reunirnos en tan breve tiempo. Y no
contaba con tener que venir a An-Dro, ni comprar una placa de eso.
-
¿Comprar? -Larimar y Kuncita se miraron.
-
Sí, hay que comprarla, en la conferencia esa que ha dicho Idger.
-
Una cosa Jadoth, has dicho que el barco negro te estuvo persiguiendo.
-
Sí, y fue muy agobiante, y de no estar en la Cye me hubiera alcanzado. Le pude
dar esquinazo al atravesar el acantilado de Homs y esconderme en la Cueva de
los Muertos. Me pasé dos días allí, porque el barco no dejaba de navegar la
isla.
-
¿Cómo pudiste entrar en la cueva?
-
El Tarraco es pequeño y le desmonté
el mástil, es lo bueno que tienen los veleros desmontables, te caben en
cualquier sitio. Lo que aún no entiendo es que la bandera corsa no le hizo
efecto, es más casi diría que lo atrajo en vez de repelerlo.
-
Que curioso, en nuestro caso ocurrió lo mismo, la bandera no le afectó en
absoluto, ni atendieron a la salva de advertencia. Bien, creo que es mejor
regresar de inmediato a La Marygalante.
Gracias Jadoth, nos veremos en An-Dro. Casanova, tenemos que hacer de inmediato
el rastreo de Semail y Deno.
-
Hasta la vista entonces Jadoth. ¿Me reservarías un baile?
-
Lo siento, no estoy invitada al Baile del Farol.
-
En An-Dro hay un salón de fiestas estupendo, conozco al dueño y a los músicos,
excelentes.
-
Si son tan buenos, tal vez lo piense.
- Por
favor, se está haciendo muy tarde -Larimar procuró ser suave.
Kuncita
cogió la mano de Jadoth y le besó el dorso, le guiñó un ojo, se tocó el
sombrero y le hizo una leve reverencia. La corsaria no pudo menos que reír ante
esta demostración tan anticuada de respeto e insinuación. Se giró en redondo y
se fue a su velero, que se mecía suavemente en la orilla.
El
camino de regreso a La Marygalante lo
hicieron en silencio. Subieron por la escalera de popa, procurando no hacer
mucho ruido. El Sr. Eivioc se les
acercó a saludar. Se había quedado durmiendo junto al timón, al lado del Sr.
Refrany, que estaba de guardia. Larimar acarició al perro y dio permiso a Roc
para retirarse. El timonel se ofreció a ayudar a Kuncita a recoger y fijar el
esquife.
Cuando
el bote estuvo a la altura de la amurada Roc se fijó en una pequeña concha que
se había adherido a la quilla. Trató de arrancarla con la mano, pero la concha
estaba muy bien pegada. Se lo comentó a Kuncita. El segundo sacó su cortaplumas
y clavando la punta en un extremo de la concha le propinó un golpe con la mano.
La concha saltó por la presión y rodó unos centímetros por la cubierta, pero
cuando Roc se acercó para cogerla, la concha saltó de nuevo alejándose. El
timonel la persiguió un poco hasta que la perdió entre las cuerdas de los
obenques del palo de mesana. Al carecer de luz decidió que era mejor buscarla
al día siguiente. Informó a Kuncita y se fue a su camarote a dormir.
El
segundo, una vez había dejado bien fijado el esquife, entró en la sala de
comunicaciones. Larimar estaba sentada ante la pequeña mesita y daba vueltas a
la dinamo del fax.
-
Sr. Lay, tengo un pequeño problema - el hombre a miró interrogante- No me
acuerdo ni del nombre, ni del aspecto de los barcos de Pulu y Puns.
-
Pues entonces vas lista para buscarlos. Tendrás que preguntarle a Indy.
-
Lo estoy intentando, pero el Argo no
responde. ¿Tú tampoco te acuerdas?
-
¿Yo? Para nada, casi ni los recuerdo a ellos, bueno tal vez si me esfuerzo, voy
a estirar el cerebro, cómo dice Mudra
- el hombre cerró los ojos y arrugó la frente en un además de extrema
concentración- Pulu es moreno, de Ciagali, muy estirado y serio, pero con un
toque misterioso, y su barco era...
-
¡Un balandro! Ahora lo he recordado, el Pomba
Negra: dos palos, casco púrpura y velas blancas, bandera corsa negra y
blanca.
- Y
Semail es el de Lenciava, era delgado, sonrisa franca, pelo rojizo rizado.
-
¿Pelirrojo? ¡Ya está, ya me acuerdo! ¡Claro! El Malvarrosa, velero, dos palos, casco blanco, velas magenta y bandera
corsa azul y negra. Gracias Lay.
-
Siempre a tu servicio. Roc ha encontrado un animalejo raro en la quilla del
esquife, parecía una lapa, pero es la primera lapa saltadora que he visto, se
ha quedado entre el cordaje de los obenques, mejor que la Mary lo tenga controlado.
-
Lo tendremos presente. Gracias por ayudarme a estirar el cerebro. Buenas noches Lay.
-
Buenas noches capitana.
-
Lay, una pregunta, por curiosidad.
-
¿Sí?
-
¿Vas a ir en serio con Jadoth?
-
Podría, es encantadora y divertida, pero es Hermana, eso lo complica un poco,
novia seguramente no, pero una hermosa experiencia sin lugar a dudas.
-
No tienes remedio Lay.
-
Sí, por eso hacemos tan buen equipo. Buenas noches Lar.
-
Buenas noches Lay -el hombre salió y cerró la puerta-. Mejor dicho buenos
días... En fin. Bien Mary ahora nos
toca a nosotras. Vamos a buscar el Pomba
Negra y el Malvarrosa ¿Si no
están en Komo, dónde están?
La
capitana cerró los ojos e intentó visualizar los barcos que estaba buscando.
Comenzó a respirar lenta y profundamente. Comenzaron a pasar imágenes por su
mente, una mezcla de recuerdos de la travesía y fragmentos de aventuras
pasadas. Sin darse cuenta Larimar se quedó dormida.
Kuncita
iba de camino a su camarote cuando decidió tomar una taza de té blanco y, si
encontraba, un trozo de pastel de almendra. Entró en la cocina y nuevamente le
asaltó aquel aroma almizclado y floral e inmediatamente se sintió excitado. ¿Sería
alguna hierba afrodisíaca que John guardaba en la cocina? ¿La habría adquirido
en Cetreo? Antes de que el olor comenzara a embotarle el sentido llenó una taza
de té y salió de la cocina.
En
el pasillo coincidió con Miss Egane, que salía de su camarote.
-
Buenos días Kuncita.
-
Buenos días Egane ¿Que tal va la actuación?
-
Bien, ya tengo elegido el repertorio y la escenografía está muy avanzada, es
cuestión de ensayar, pienso que será original e interesante.
-
Con tu talento y tu destreza los vas a dejar embelesados - Kuncita se acercó
lentamente y le cogió una mano- flauta o violín, estas manos saben sacarles lo
mejor- le cogió la otra mano y las entrelazó con las suyas- y son fuertes,
manos que saben aferrar un timón y conservar el rumbo y a la vez tan delicadas
deslizándose por los agujeros de la flauta o las cuerdas de tu violín.
Se
la quedó mirando fijamente a los ojos, mientras mantenía sus manos entrelazadas
con las de ellas. Egane se había quedado como hipnotizada por la mirada del
segundo y el tono de voz con el que le hablaba le era totalmente desconocido.
Sentía el calor de las manos del marino y una sensación de rubor en las
mejillas. Kuncita la seguía mirando a los ojos de una manera muy intensa y
comenzó a sentirse ligeramente mareada, sin darse cuenta estaba respirando muy
ligeramente, casi hiperventilando.
Kuncita
vio cómo Egane comenzaba a ruborizarse y a alterar la respiración. Notó las
manos de la mujer temblar ligeramente entre las suyas, si se acercaba un poco y
la besaba no sería rechazado. Lo sabía. Se acercó ligeramente y, se paró en
seco. ¿Qué estaba haciendo? Soltó las manos de la timonel y se alejó todo lo
que le permitía el pasillo.
-
¡Perdón Egane! Lo siento, yo, no, no sé que me ha pasado. Lo siento Egane.
-
Tranquilo, no pasa nada, somos adultos.
-
Es que no estoy centrado, no comprendo muy bien qué me pasa. No quería
ofenderte. Por favor discúlpame.
-
No me has ofendido, de veras. Ha sido bonito, nunca antes me habían dicho algo
así de mis manos, más bien al contrario.
- ¡Bos
días!
La
frialdad que destilaba el saludo de los hermanos Uxián no era nada comparado
con las miradas glaciales con las que taladraban a Kuncita....