Otro año se va y uno nuevo comienza, aquí os dejo el último cuento de este año.
¡FELICES FIESTAS A TODOS!
UNA
ESTRELLA PARA EL ÁRBOL
Faltaba tan sólo un día
para la Navidad. En la fábrica todo estaba casi dispuesto para la noche de más
actividad. Todos los elfos y elfas de Reye’s & Papa’s ultimaban los
preparativos para la noche N. Las cafeteras y teteras humeaban, llenando el
aire con sus aromas. Las chocolateras también trabajaban sin interrupción,
aunque su olor no era tan penetrante como algunos de los exóticos tés de
oriente.
Dael era un elfo de
Papa’s, estaba en la sección de denegaciones, la sección menos atractiva de
toda la fábrica, pero también necesaria, cada vez más. Al elfo le costaba
entender cómo año tras año le seguían llegando, he incluso aumentaban, peticiones
de regalos que una y otra vez denegaba. ¿Porqué había aún niños (e incluso
adultos) que confundían los animales con juguetes? De no ser por el PET (programa
de eficiencia en el trabajo) Dael no sabría la cantidad de denegaciones que
había enviado.
Se sirvió una taza de
chocolate caliente y mientras esperaba que se enfriase un poco comenzó a
redactar la siguiente denegación.
“Estimados Pablo y
María,
Se ha estudiado con detenimiento vuestra
petición de un cachorro para estas Navidades. Papá Noel os quiere recordar que
los animales NO son juguetes. Si queréis una mascota os sugerimos que ADOPTÉIS
una. Es tan sencillo como ir a la protectora de animales más cercana a vuestra
casa, como vivís en Manresa os recomiendo la de ADE, está en la carretera a
Fonollosa BV 3008 Km 7, os dejo un link a su página web http://www.asociaciondefensaequidos.org/
Papá Noel os desea unas Felices Fiestas
y queda a vuestra disposición por si queréis pedirle algún juguete.”
Feliz Navidad os
desea
Dael elfo
Responsable Departamento
de Denegaciones
Reye’s &
Papa’s S.Coop
Envió el mail y se tomó
un sorbo de su chocolate. Ya le quedaba menos. La siguiente denegación era para
un pueblecito del sur de España, así que tendría que consultar el listado de
protectoras de la región, porque el nombre del pueblo no le sonaba de nada. Al
cerrar el fichero aprovechó para mirar por la ventana. Nanco, que llevaba la
sección de Rompecabezas, se entretenía haciendo guirnaldas de oropel, desde que
los videojuegos se impusieron a los rompecabezas tenía poco trabajo. Sinauca,
que se ocupaba de la sección Puzles, estaba bastante más ocupada, aunque
seguramente terminaría pronto, tuvo una idea estupenda al incluir el 3D a su
sección, así el interés se había mantenido.
Dael se disponía a
volver a su mesa cuando vio que Naia entraba en la sala. Saludaba a Nanco, le
dejaba una ramita de acebo a Sinauca y seguía caminando en dirección ¡a su despacho!
De dos saltos se sentó en su butaca y comenzó a escribir. Si Naia entraba quería
que lo viera trabajando.
Dos golpes sonaron antes
de que la elfa abriera la puerta y entrara, iluminando el cuarto con su sonrisa
ancha y alegre, la que tenía a Dael enamorado desde hacía dos Navidades.
-Hola Dael, ¿Te
molesto?
-¡En absoluto! Pasa
Naia, ¿Te apetece una taza de chocolate?
-Sí gracias, pero sólo
media, no tengo mucho tiempo.
El elfo le llenó media
taza y se la ofreció. Naia le rozó la mano al cogerla y Dael sintió una
descarga eléctrica por todo el cuerpo. Se quedó quieto frente a la elfa,
observando cómo ésta apuraba la taza y se la devolvía.
-Gracias Dael, es realmente
delicioso. Te preguntarás qué hago aquí - Dael estaba tan extasiado de tenerla
tan cerca que fue incapaz de contestar, así que la elfa le siguió contando-. Pues
este año he sido la elegida para traer la estrella del árbol y bueno, he de
confesar que aún no he sido capaz de encontrar ninguna, y me preguntaba, si
serías tan amable de ayudarme.
-Claro, por supuesto,
pero, pero, yo, yo no soy buscador.
-No, ya lo sé, pero me
han dicho que tu entiendes mucho de animales y necesito alguien así. He pedido que
me presten a Cometa, Gavo me ha dicho que conoce muy bien el cielo y seguro que
puedo encontrar una buena estrella para el árbol.
-Será un placer
acompañarte Naia.
-Pues vamos, quedan
sólo cuatro horas antes de encender el árbol y no puede faltar la estrella.
Naia cogió al elfo de la
mano y literalmente lo arrastro tras ella, mientras salía como una exhalación
de la sala, bajaba las escaleras, tomaba el ascensor hasta el ático de los
renos y se paraba frente a la cerca de visita.
Dael silbó y al poco
algunos renos se acercaron a la valla. Dael buscó a Cometa, y tras saludarlo le
ofreció un puñado de heno. El elfo le explicó por qué lo necesitaban y le
pregunto si podría acompañarlos. El reno frotó su hocico por el abrigo de Dael,
lo que quería decir que estaba de acuerdo. Le pusieron una manta y se
acomodaron en su espalda. El reno tomo un poco de carrerilla y saltó hacia el
cielo, brincando y subiendo cada vez más y más alto.
Una vez llegaron al
brazo sur de la Vía Láctea Cometa aminoró la marcha. Ahora estaban rodeados de
estrellas que los miraban divertidas y susurraban entre ellas. Naia sacó su red
de pescar con mucho sigilo y con un hábil movimiento la lanzó hacia un grupo de
estrellas, al menos una tenía que atrapar.
El grupo de estrellas
se dispersó por un instante y la red quedó vacía. Las estrellas se rieron de la
elfa. Naia lo intentó de nuevo, pero las estrellas se movían en el último
momento y la red sólo atrapaba espacio vacío. Tras media hora de infructuoso
esfuerzo, y al notar Dael que la elfa comenzaba a preocuparse muy seriamente
decidió sigerir un cambio de estrategia.
-Naia, me parece que
querer pescar una estrella no es muy buena idea.
-¿Y cómo vamos a llevarla
hasta el árbol?
-Bueno, podríamos pedírselo
–la elfa lo miró sorprendida-.
-¿Pedírselo? ¿Tú crees
que van a venir con nosotros sólo porque se lo pidamos?
-Bueno, si se lo
pedimos con amabilidad; con amabilidad se consigue cualquier cosa.
La elfa arqueó una ceja,
le costaba creer que una estrella se fuera con ellos tan tranquilamente, pero
el tiempo apremiaba y no se le ocurría ya nada más. Tras dos semanas de
esfuerzos sin resultados, probando todos (absolutamente todos) los trucos del
Libro del Buscador y sin lograr nada de nada, estaba dispuesta a intentarlo.
Guardó la red y miró a las estrellas.
-Necesito que una de
vosotras venga conmigo a iluminar el árbol de Navidad de papá Noel.
Las estrellas se
miraron y se rieron, una de color rojizo le contestó.
-No nos apetece.
La elfa se volvió hacia
Dael.
-No les da la gana
¿alguna otra sugerencia?
Dael acarició el cuello
de Cometa, bajó del reno y se dirigió al grupo de estrellas.
-Buenas noches, me
llamo Dael, ella se llama Naia y somos elfos de Papá Noel. Este año aún no
tenemos estrella para iluminar el árbol. Es muy importante que una estrella lo
ilumine, da alegría y esperanza. Alegría porque una estrella es bella y la
belleza alegra el corazón, también da esperanza, la esperanza de saber que por
muy negra que sea la noche tenemos una luz. ¿Alguna de vosotras sería tan
amable de venir por unos días a la Tierra y ser la estrella de nuestro árbol de
Navidad? Los niños de todo el mundo serán muy felices.
Las estrellas
susurraron entre ellas un momento.
-Será un placer –corearon
alegres-.
-¡Muchísimas gracias!
Soy muy, muy amables de venir con nosotros. Si hacéis el favor de seguir a
Cometa, tardaremos un poquito en llegar hasta el árbol.
Dael subió al reno,
tendió la mano y ayudó a subir a Naia. Cometa comenzó a brincar por el cielo y
un enjambre de estrellas de diversos colores los siguió.
Aquel año el árbol
resplandecía cargado de estrellas. La alegría y la esperanza se dispersaron por
el mundo. Había países que la necesitaban con muchísima urgencia, sobre todo
niños y niñas que apenas conocían las palabras: paz, abundancia, agua limpia…
Naia miraba el árbol,
menuda lección había aprendido. Se decidió a ponerla en práctica en aquel mismo
instante. Se acercó a Dael y le tocó el hombro para llamar su atención.
-Dael, me preguntaba,
si serías tan amable de ser mi novio.
Dael creyó haber oído
mal.
-Perdona, creo que no
te he entendido bien, ¿Has dicho que quieres que seamos novios?
-Sí, sería un gran
honor para mí.
-¡POR SUPESTO!
Dael se convirtió en el
elfo más feliz de todo el universo, y es que tal como le decía su madre, con
amabilidad se consigue cualquier cosa.
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