Un Sueño con Cuatro Patas Cap. 2

Hola!

Calentando motores para San Jordi, hoy el segundo capítulo y en breve el cuento para la fiesta del libro.

Este año estaré en C/Bruc 144 muy cerca de la Avd. Diagonal. El metro más cercano Verdaguer L4 y L5 . Habrá hucha para A.D.E y 10% para Bea Adopta una protectora pequeñita de Madrid. También encontraréis La Rueda Medicinal: Astrología de la Tierra, El Viaje de Kalilu y Descubrir el Cochayuyo.

GRACIAS!!!!

CAPÍTULO 2

“QUIEN A BUEN ARBOL SE ARRIMA, BUENA SOMBRA LE COBIJA”

Al día siguiente vino el abuelo de la tía Lola, no era su abuelo de verdad, era un señor muy mayor amigo suyo, al que quería mucho y ella lo llamaba abuelito. El señor había llegado muy temprano por lo que Daniel aún estaba en la cama. Se fijó en los folios que estaban sobre la mesa.

-¿Qué es todo esto? –le preguntó a Lola.

-Cosas de mi sobrino Daniel, ayer lo llevé al refugio y se ha encaprichado de uno de los caballos.

-¿Algún poni o un potrillo?

-¡Qué va! Un caballo de veinte años, lo trajeron de una hípica ilegal, así que imagina como está el pobre animal.

-¿Y todos estos números?

-Quiere adoptarlo, por eso ha hecho esa cuadrícula y las cuentas son los gastos, al pobre le cambió la cara al ver la cifra.

-Pensaba que hoy en día los niños sólo querían maquinitas de esas de juegos.

-Con un poco de suerte a Daniel no.

En ese momento Daniel apareció en la cocina, con el pijama y cara de recién levantado. La tía le presentó a su abuelo Federico y éste le hizo un montón de preguntas, Daniel las fue respondiendo. Al poco rato el abuelo Federico estaba encantado con el niño, se lo llevó al cine y a comer a un restaurante con comida sin gluten, los dos eran celíacos ¡Qué casualidad!

Por la tarde lo llevó de vuelta a casa de la tía Lola. Al llegar el abuelo Federico había tomado una decisión.

-Daniel, te propongo un trato.

-¿Cuál?

-Si eres capaz de reunir 250 euros para las navidades yo me haré cargo de los gastos de la comida y del veterinario de Petit, tú sólo pagarías el pupilaje a tu tía.

-¿Qué es el pupilaje?

-El tenerlo en su casa y cuidarlo.

-Son veinticinco euros al mes.

-Yo creo que un chico tan inteligente como tú es capaz de buscar la manera de ganar mucho dinero, si eres capaz de reunir los doscientos cincuenta euros para las navidades seguro que sabrás conseguir el dinero del pupilaje o puedes negociar con tu tía.

-¿Negociar?

-Proponerle un trato, hacer algo por ella a cambio de que te cuide a Petit. ¿Qué dices?, ¿Trato hecho?

-¡Trato hecho!

-Pues démonos la mano para cerrar el acuerdo.

Se estrecharon la mano y llamaron a la puerta. La tía Lola abrió y Daniel más contento que unas castañuelas le explicó su trato con el abuelo, fue corriendo a buscar la cuadrícula y debajo del dibujo del caballo anotó con letra muy grande “25 de Diciembre”.

Al padre de Daniel no le gustó nada la idea del caballo y dejó bien claro que tendría que conseguir el dinero él solo. A su madre le pareció una idea maravillosa y le regaló el primer euro.

Al llegar a su habitación Daniel colgó en el corcho de la pared la cuadrícula de su sueño, en la que había coloreado de lila una casilla. Cogió su hucha y la abrió, tenia quince euros y treintaisiete céntimos. Cogió el rotulador lila y coloreó quince casillas. ¡Ya tenía dieciséis euros! ¿Cuántos le faltaban? Hizo la resta en la pizarra. Doscientos cincuenta menos dieciséis son doscientos treinta y cuatro. Miró el calendario, estaban a doce de octubre, contó los días que le quedaban hasta navidad, setenta y tres. Su madre entró en ese momento, le dio el beso de buenas noches y le apagó la luz.